Más de ochenta años contemplan la Flecha Valona
Bélgica un país, dos países. Flandes, su De Ronde, adoquines, muros. Valonia, sus paredes, la Flecha Valona, Lieja, la decana.
Flandes, el león.
Valonia, el gallo.
Dos comunidades que tienen en el ciclismo su hilo conductor.
Las dos lo aman por encima de todo.
En Valonia, el lado afrancesado, tienen la Lieja-Bastogne-Lieja hace más de cien años, pero ojo atención, porque la Flecha Valona, la Flèche Wallonne tiene más de ochenta.
Ese tiempo ha transcurrido desde que Les Sports apadrinara la primera edición, allá por 1936, Europa en la antesala del desastre, en una competición que salió de Tournai y llegó a Lieja.
Philemon De Meersman es el primer ganador de la historia de la Flecha Valona, que por aquellas fechas se dirimía en recorridos «wallonés», es decir muy accidentados, y distancias siderales de 300 kilómetros.
La Flecha Valona, hoy
El recorrido de la hermana pequeña de las Ardenas ha cambiado mucho de sedes y escenarios,
Ha pasado por casi todos los hitos de la geografía valona: Charleroi, Seraing, Spa, Verviers.
En la actualidad la Flecha Valona son 200 kilómetros entre Searing y la cima de Huy, donde la virgen que cada año, desde hace cuatro, debe recibir un ramito de Alejandro Valverde, cinco veces ganador, especialista absoluto e histórico y gran culpable del spoiler que cada año presenciamos en la televisión.
Valverde consolida una racha de seis victorias españolas consecutivas, un hito sin parangón en las clásicas belgas, y además supera ampliamente otros cocos del lugar, como Davide Rebellin, Moreno Argentin, Marcel Kint y Eddy Merckx, a quien aspira igualar en Lieja.
Imagen tomada del FB de Flèche Wallonne