En días pasados, pero no olvidados, salió a la carretera la 1ª Volta a Portugal. Era el año de 1927, abril, el día 26, un total de 42 corredores formaron el primer pelotón de la que se convirtió en la prueba reina del calendario luso. En ese tiempo eran 24 los favoritos a su conquista, bien diferente del selecto lote de candidatos a la victoria en la actualidad. António Augusto de Carvalho (Carcavelos) fue el primero en firmar su nombre en el palmarés de la Volta.
Para la historia quedó el gran espacio ofrecido al ciclismo con honores de portada en el periódico de mayor tirada nacional, el Diário de Notícias. Igual a lo que hoy hace el periódico francés L’Équipe trayendo en la portada el Tour de France, en ese día en Portugal el rostro de los 24 favoritos imperó con toda grandeza en la prensa, como grandiosa fue la recepción al pelotón para la gran salida en la Plaza Marquês de Pombal.
La capital Lisboa parecía pequeña para la marea de gente que quiso ver de cerca los héroes de las bicis, repitiéndose la misma imagen impactante al final de las 18 etapas con la definitiva llegada en la Avenida da Liberdade. Pronto aquí comenzó a ser dibujado el título de reina del ciclismo lusitano al juntar entre Campo Grande y Avenida da Liberdade aproximadamente 50.000 personas en la fiesta de consagración de António Augusto de Carvalho, el gran ganador de la 1ª Volta a Portugal tras 79h08m00s. Con él han finalizado 26 corredores la debutante prueba velocipédica, subiendo al podio en 2º Manuel Nunes Abreu (Leixões) a 9m31s y en 3º Quirino de Oliveira (Campo de Ourique) a 19m06s.
Una curiosidad, en la etapa de apertura el pelotón se concentró en la Plaza Marquês de Pombal hacia al Cais do Sodré, donde embarcaron ciclistas y bicicletas cruzando el Río Tajo para vivir en Cacilhas la salida oficial. Esta 1ª edición repartió 1958 km por 18 etapas, siendo el primer maillot amarillo Quirino de Oliveira, ganador de la primera jornada al final de 1h24m05s, el tiempo que llevó a recorrer 40,4 km desde Cacilhas a Setúbal. Triunfó en siete etapas más. Cinco fueron ganadas por el gran vencedor de la Volta y de las demás cuatro sonrieron a Francisco Santos Almeida (SL Benfica) y una al 2º en la general Manuel Nunes Abreu.
La 1ª Volta tuvo numerosos episodios claramente distintos de los que se viven hoy, fruto del escaso conocimiento del país. El recorrido, diseñado a partir de un mapa topográfico de 1905, dio lugar a errores en el trayecto y a caminos impracticables al paso de las bicicletas. En dos de las jornadas, la 3ª que unió Sines a Odemira y la 7ª de Beja a Évora, los héroes de las dos ruedas se enfrentaron con el fin del asfalto, poco común en una época muchísimo rural, teniendo de contar con los trabajadores rurales para abrir camino al paso de la Volta. El pelotón siguió su camino, cautivando a los fans en cada tierra por donde pasaba. Y así es hasta hoy.
Desde 1927, la Volta a Portugal llena de emoción el corazón de los portugueses. Para aquellos que la viven desde los pedales, los ciclistas, ella representa el máximo objetivo de la temporada, sintiendo por ella una reverencia como si de una soberana se tratara, pues ella fue, es y siempre será la reina del ciclismo portugués. En 2015, la Avenida da Liberdade volverá a recibir a los héroes al final de la 77ª Volta a Portugal para la consagración del gran vencedor.
Por Helena Dias