Así nació este original punto de encuentro ciclista llamado La Bicicleta Castellón
Si os digo la verdad, yo ya me encontré con cafetería de La Bicicleta Café Castellón en marcha. Sus fundadores, José Luis Marchal y Luis Serrano, la montaron unos meses antes con la intención de aglutinar en Castellón todos aquellos que tuvieran algún nexo de unión a las bicicletas, ya fuera por aficionado practicante, usuario de bici urbana o simplemente a los seguidores del ciclismo, pero también a todo aquel que buscase un lugar de copas de calidad, tranquilo y con una decoración única orientada al mundo del ciclismo.
A partir de ahí comenzaron a diseñar camisetas y maillots ciclistas y fue cuando por casualidad aparecí por el bar. Un día, José Cabedo, organizador de la Volta a Castelló Sub 23, el hoy en día director deportivo del Burgos BH y buen amigo mío, me pidió que le acompañase a la cafetería para proponer a los dueños organizar allí la presentación de la Volta.
Inmediatamente, me enamoré del lugar y a partir de ahí fui acudiendo regularmente con mi pareja a tomar algo y de ahí surgió nuestra amistad con Josete y Luis. Unos meses más tarde, Bego y yo nos lanzamos a comprar la casa donde está ubicado el bar y entramos a formar parte de esta bendita locura llamada LBC.
Los siguientes pasos han sido empezar a diseñar todo tipo de accesorios, tazas, bidones, gorras, calcetines, guardabarros y hace unos meses nos atrevimos a dar el paso y abrir nuestra propia tienda llamada «Maillot Noir» donde vendemos todo lo que diseñamos, además de vender marcas de prestigio y renombre como Transparent, On Running, Katusha Sports… Si a eso le sumamos que hemos estado presentes en Marchas cicloturistas, hemos diseñado rutas cicloturistas para la Diputación de Castellón y estamos maquinando otro par de proyectos, ahora entenderéis por qué decimos que esto es una auténtica locura.
Bendita, pero locura.
Creo que el aficionado al ciclismo no es más que un reflejo de la propia sociedad. Bastaría hacernos esa pregunta a cada uno de nosotros, para darnos cuenta de que, en el fondo, todos estamos necesitados de lo mismo: Humanidad, relación cercana, trato personalizado, emociones diferentes, placeres diferentes. Y eso es lo que intentamos.
Ser originales, salirnos de lo puramente comercial, pero ser gente totalmente normal. Nos gusta montar en bici, sí y también ir elegantes mientras rodamos, pero para eso no necesitamos ser ni los más rápidos, ni ser casi Pros. Nos gusta tomarnos una buena cerveza después de entrenar y nos gusta la buena gente. No creo que haya ningún secreto. Se trata de ser uno mismo y seguir lo que la pasión por el ciclismo te indique.
Me llamo Kiko, soy alguien que lleva vinculado al ciclismo desde que a la edad de 10 años le regalaron una bici y descubrió la libertad al sentir el viento golpear contra tu cara mientras pedaleas. Lo tuve claro desde la primera pedalada. Cambié el balón por las ruedas, y hasta hoy.
Empecé en las escuelas de ciclismo un año después. Pasé por todas las categorías hasta obtener un premio doble: olímpico en Barcelona 92 y profesional con la ONCE, justo después. Luego las cosas se torcieron cuando en el 93 me descubrieron unas lesiones en ambas arterias ilíacas de las piernas y ahí todo cambió. Pude seguir siendo profesional hasta el 98 pero mi nivel nunca fue ya el mismo que antes de las operaciones.
Busqué rápidamente un trabajo para intentar pasar página, y me metí en una multinacional del azulejo. Todo el día con traje y corbata encerrado en una oficina. Aquello casi me mata, y a los seis meses decidí probar suerte de nuevo en el mundo del ciclismo.
Presenté mi CV en Unipublic y me llamaron para la Vuelta a España del 2000, ocupándome de las ruedas de prensa con los líderes y ganadores de etapa. El hablar inglés y francés me ayudó muchísimo para el puesto, y estando allí, una gran empresa del sector deportivo me ofreció trabajar con ellos en el mundo del ciclismo. Así que ese año 2000 fue clave para mi futuro profesional.
Desde entonces he seguido con Unipublic, y ahora tras muchos años tengo el gran honor de ser, junto a Fernando Escartin y Paco Giner, uno de los directores técnicos de la Vuelta. Un sueño hecho realidad para alguien que lleva entre bicicletas desde hace casi 40 años y que deportivamente hablando no pudo destacar demasiado.
Pero volvamos a La Bicicleta Café Castellón, un negocio que componemos cuatro socios, José Luis, Luis, Bego y yo, y además contamos con Ruth que es la encargada de nuestra tienda Maillot Noir. Hemos empezado de cero, y aunque en algunos aspectos tenemos experiencia, lo cierto es que somos muy autodidactas y nos movemos por lo que nos pide la pasión.

José Luis es quien se ocupa de gran parte de los diseños, de la decoración de la tienda y de buscar nuevas vías de negocio. Bego lleva toda la parte económica y es la que nos dice lo que podemos o no podemos gastar (afortunadamente nos controla…) y mi labor se centra en llevar las redes sociales, búsqueda de embajadores para nuestros productos, partners que quieran acompañarnos, aunque lo cierto es que al final hacemos todos un poco de todo.
La cafetería abrió hace algo más de tres años y lo cierto es que hace apenas unos meses no hubiéramos podido imaginarnos todo lo que nos ha ocurrido en tan poco tiempo. Estamos llegando a muchísima gente y allá donde vamos, por ejemplo durante La Vuelta a España, te encuentras con gente que lleva nuestras camisetas, calcetines o maillots.
También es cierto que hemos contado y contamos con la inestimable ayuda de gente como Fernando Alonso, Luis Enrique, Nani Roma, Roberto Merhi, Joseba Beloki, Oscar Pereiro, Juanmari Guajardo, Javi Sancho, Santi Millan y otros muchos que nos han apoyado desde los inicios desinteresadamente y eso no tiene precio. Así que aprovecho para agradecerles a todos su confianza y colaboración.
Trabajamos mucho en labicicleta a través de las redes sociales, somos muy constantes y creo que, aunque todavía somos muy pequeños, tenemos algo que engancha a la gente y eso, nos ayuda a seguir luchando y creer en lo que hacemos. Sin nuestros seguidores no sería posible.
En Labicicleta hay pasión, buen rollo, risas, buenas cervezas, buen café, buena compañía, bicicletas colgadas por las paredes, maillots de todas las épocas, fotos míticas y una historia en cualquier rincón. Es un pequeño museo que te transporta por la historia del ciclismo, y a los que vayan por primera vez, les diría que tuvieran mucho cuidado porque tiene algo que engancha. Que me lo digan a mí que después de unos meses me gasté mis ahorros comprando la casa por pasión y por lo que me transmitió desde el minuto uno.
Y también está “Maillot Noir”, una historia muy bonita. Seguro que muchos aficionados lo saben, pero otros muchos no conocerán la historia. Entre 1946 y 1951, el Giro de Italia otorgó un maillot negro al último clasificado de la general. Así, era muy fácil distinguir en el pelotón al líder, pero también a quien cerraba la clasificación general.
Nuestro primer maillot fue un maillot negro, así que decidimos llamar a nuestra tienda, “Maillot Noir” (maillot negro en Francés). Elegimos el francés por las raíces del ciclismo profesional, por la tradición y por las boutiques de Paris, ya que nuestro concepto de tienda es ser una Vélo-boutique, y no una tienda de bicis tradicional, ya que por ejemplo no tenemos ni taller ni apartado de mecánica.
Queremos sorprender, innovar constantemente. Intentamos que cualquier prenda transmita algo. Cualquier camiseta de Labicicleta, cualquiera de nuestros calcetines o una gorra te parezca una prenda especial. La calidad también es un aspecto muy importante para nosotros. De hecho, al principio cometimos un par de errores que nos enseñaron que no podemos despistarnos lo más mínimo.
El cliente es muy exigente y no le puedes vender un producto caro sin explicarle el porqué.
Pondré un ejemplo: tenemos una pequeña colección que es una preciosa colaboración con Miguel Soro, ex ciclista y pintor valenciano. Muchos de nuestros clientes no conocían a Soro, pero quisimos ofrecerle otra vía para mostrar su obra, que es por cierto una maravilla. Pues ahí tienes un argumento de venta. La historia de un ciclista reconvertido a pintor que se está convirtiendo en todo un referente en las pruebas Eroica de todo el mundo.
Lo cierto es que siempre estamos maquinando nuevas ideas y aventuras en las que enrolarnos en Labicicleta. Lo más importante es seguir creyendo en lo que hacemos y que la gente siga creyendo en nosotros. Si eso falla, todo falla.
Ahora para diciembre, sacamos varias novedades al mercado en Labicicleta, que creemos van a sorprender mucho. Son apuestas arriesgadas, pero en las que creemos y apostamos al 100%. Por otro lado, y yendo más allá de lo que es producto puro y duro, estamos trabajando en la posibilidad de organizar campus o training camps en colaboración con algún ex pro para intentar traer a Castellón a grupos de aficionados a entrenar y disfrutar del buen clima que tenemos. Es un proyecto a medio plazo pero que estamos convencidos puede resultar atractivo si sabemos combinar ocio y deporte en las proporciones correctas.
Somos conscientes en Labicicleta de que hay que luchar mucho y que el día a día es duro. Sabemos que no será un camino fácil, pero en ocasiones en la vida, nos olvidamos de llenar los huecos de pasión e ilusión, y con La Bicicleta Café Castellón tenemos esas facetas cubiertas desde el primer momento, y con eso nos vale.
Por Kiko García