¿Recuerdas la Quebrantahuesos de 1998? Yo sí, 20 años ya… y hemos reunido unos números

1 número del dorsal que portaba Pedro Delgado, homenajeado ese año
5 minutos fue el retraso de Perico en la salida
6 horas y 6 minutos fue el tiempo del primer corredor en llegar a la línea de meta: el francés Alain Lagière
8 horas y 35 minutos, salida oficial de la VIII Quebrantahuesos
12 horas y 58 minutos tardó el último ciclista en llegar a la Plaza de la Constitución de Sabiñánigo
16 fuimos los integrantes del C.C. Gràcia que participamos
18 los años del corredor más joven: Jesús Barcelona del C.C. Brea
20 los de la ciclista más joven: Sandra Santayes
20 también, los alumnos de la Escuela de Fisioterapeutas de Zaragoza, que atendían a los cicloturistas que iban llegando a meta
36 fue el puesto en que Perico coronó el Somport, demostrando que se conservaba en forma
38 los grados centígrados que se alcanzaron a las 11:00 de la mañana en el Marie Blanque
42 los grados centígrados a las 3 de la tarde en el Portalet, derritiendo su asfalto, haciendo de esta edición la más dura de la historia, aunque en competencia con la VI, en la que se sufrió por todo lo contrario: por el frío extremo (recordemos que la edición de 2002 tampoco la olvidaremos por otra nueva ola de calor terrible).
51 los años de la ciclista más veterana: Catalina Aleix de la P.C. Albal de Valencia.
64 los corredores del club con más participación: la P.C. Edelweiss.
71 los años del corredor más veterano: José Pérez de Alfafar, Valencia.
100 el punto kilométrico donde se bajó Perico de la bici, después de coronar el Marie Blanque
205 kilometraje oficial de la VIIIª Marcha Cicloturista Internacional Quebrantahuesos
740 abandonos, la cifra más alta de todas las ediciones hasta aquel momento
3794 participantes, de nuevo, récord absoluto, hasta aquel año.
35.000 litros de agua consumimos los ciclistas, 10 mil más de los previstos.
A nivel personal recuerdo aquella Quebranta como, animados por nuestro éxito en nuestra primera participación el año anterior (1997), en esta segunda edición fuimos a saco, a por todas y a por el oro, pensándonos que aquello estaba chupado.
Y así salimos, como decía Albert: “carajillo y a correr”.
La verdad es que fuimos como posesos hasta el pie del Marie Blanque, hasta que me di cuenta que algo no empezaba a funcionar bien: el desgaste, la poca cabeza, la dureza y el calor extremo: 38 grados en la Dama Pirenaica y 42 en el Portalet.
La comida que no entraba, el estómago lleno de agua.
El golpe de calor que recibimos fue demoledor: Ramiro y Albert, blancos, deshidratados, tirados en medio de una curva del Portalet.
Yo no iba mucho mejor, ya iba a abandonar también, cuando vi aparecer a Pili, una de nuestras campeonas ciclistas, y me dispuse, con mucho sacrificio, a seguir su segura rueda, para acabarla en unas maratonianas doce horas.
Recuerdo ascender la Hoz de Jaca con rampas en las piernas y sin poderme sentar en el sillín: debía de pedalear de pie.
Dije que no volvería nunca más, que colgaba la bici.
No me creyeron: luego cayeron 10 más.
¡Qué QH la de aquel año!
Por Jordi Escrihuela
Imagen tomada de Central de Reservas